Ella cruzó mares y océanos hasta encontrarlo. Él esperó pacientemente
su llegada. Ella le llenó la casa de flores de colores. Él le cocinaba chipas.
Ella volvió a dormir plácidamente a su lado. Él la acurrucaba entre sus brazos.
Ella recuperó la serenidad perdida. Él la salvó de un mundo que la hacía sentir
pequeña. Ella dejó de tener miedo. Él dejó de tener frio. Ella le dejaba
acariciar sus rizos de color azabache. Él le devolvió la sonrisa que le habían
escondido. Ella le hacía fotos sin descanso. Él jamás le negó una sonrisa. Ella
soñaba con cuidarlo cuando pasasen los años. Él fantaseaba con envejecer a su
lado. Ella hubiera dado la vida por él. Él hubiera muerto por ella. Ella
enfermó demasiado pronto. Él lo dejo todo para cuidarla.
Coincidí pocas veces con ellos, tampoco me hizo falta más
para darme cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Nuestro encuentro
fue breve pero jamás olvidaré sus miradas. Él la miraba con todo el amor el
mundo. Ella lo miraba con amargura. La amargura de saber que en breve lo iba a
dejar solo.
La muerte les había tendido un pulso, el primero lo
ganaron ellos. El segundo no.
Ella se fue hace unos días. Él perdió lo que más quería y
yo sólo puedo desearle que sus días pasen rápido. Que su vida sin ella sea lo
menos tormentosa posible. Que dentro de un tiempo consiga recordarla sin sentir
un nudo en la garganta. Y que el aroma de sus flores le hagan la vida un
poquito más fácil.
- Qe vamos a hacer sin ella?, le pregunte
ResponderEliminar- No me dejo dicho nada. Tendremos qe improvisar- me respondio.
Seguimos llorando, pero nuestra pena no se puede comparar.
Solo podemos estar a su lado, por si podemos ayudar en algo.
Gracias yolanda, por tu bonita y amarga limonada.
Que gran respuesta!! que grande Luigi, que historia de amor más bonita vivieron, un beso fuerte Sonia y seguimos en contacto
Eliminarme has emocionado...verdaderamente llegas al alma con tus palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias María, necesitaba escribirla, necesitaba hacerles este regalo a sus protagonistas, él espero que la lea, ella quiero creer que también, un saludo!
EliminarNo he tenido ocasión de conocer a Luigi y lamentablemente descubrí demasiado tarde que Mónika vivía a pocos kilómetros, pero por cómo hablaba de él es indudable que le quería mucho, creo que has reflejado perfectamente lo que les unía. Ojalá que Mónika le mande fuerzas para sobreponerse a su gran pérdida...
ResponderEliminargracias por tu comentario Briseida, estoy convencida que Monika le echará una mano ;)
EliminarImposible leerlo sin que se me salten las lágrimas.
ResponderEliminarTendremos que improvisar.
Un abrazo enorme, Luigi
Muchas gracias por leerlo y por contestar, cualquier cosa que necesites no dudes en hacérmelo saber, un abrazo
EliminarCreia haberme repuesto pero me has hecho llorar a moco tendido
ResponderEliminarAunque duele sigo buscando alusiones a ella por la blogosfera y sigue muy presente en todas nosotras
La respuesta de luigi, habra que improvisar, me ha emocionado
Un beso
Gracias Maite, creo que todas seguimos buscándola en el mundo virtual. La respuesta de Luigi, te aseguro que es de las cosas más bonitas que he escuchada en toda mi vida, creo que es una buena frase para empezar un relato, no lo descarto, me parece una respuesta conmovedora, besos
EliminarParece que tenéis contacto con Luigi, o lo habéis tenido. Por favor, animadle a que siga o empiece el/un blog. Así tendremos la oportunidad -somos muchísim@s!- de acompañarle si nos deja en su día a día, tan duro!...Un beso.
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